Imperturbable
En su larga espera
Ella sabe,
De constelaciones,
De solsticios y lluvia
De estrellas.
No se inmuta,
Sabe del perfumado
Cobijo de su guarida,
Y así engañar
A los sentidos
A la soledad.
¡Oh pálida deidad
Que te me esquivas
Envuélveme con tus velos.
Que tus magras extensiones
Alejen este frío premonitorio
Déjame un poco más
En este mundo
Que sus confabulaciones
Me persuadan.
Y el traspaso
Sea venturoso.
Victoria Asís-