Poemas

La mirada

Hay veces que la mirada

fatigada de sed

se consume entre los dedos

motivando palabras

en sus labios

 

Va vigilando

como cae la escarcha

sobre la hiedra inmortal y rugiente

invadiendo los balcones

hablándole a los cipreses

y en algún forcejeo

retirando el sol

tranquilo y reverente

hacia el placer de los frutos

con un lenguaje tibio y rojizo

desde el refugio otoñal

 

¡Toma las manos para asirse!

¡Después de tantos siglos!

¡Después de tantos muertos!

y calienta brotes mojados

de moléculas profundas

 

la voz húmeda

se prolonga a la hora virginal

en que la luz fecundiza

la silueta de los ojos

 

el vegetal suspende el vientre

sobre la tierra

escarlata y sufrida

mientras los muros

pastorean el campo guardián

como un reflejo

la esperanza es cómplice

y la gratitud su aliada.

 

Susana Roberts-

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