Soy montañés y lo digo
porque montañés me siento.
Madre: mirando uno el mar
de cerca se sueña lejos.
Parece que el agua tiene
la luz de todos los puertos.
Y en cada puerto hay un barco
que nos lleva a mares nuevos.
¡Cuánta nostalgia de ti
y de la aldea yo tengo!
Nostalgia de ver azul
de colinas en invierno.
De mirar verde en los valles
y mirar niebla en los cerros.
De beber agua en cascadas.
De cortar el maíz tierno.
De seguir con los rebaños.
De ver nacer los luceros.
Madre: los pájaros llaman
a la puerta de mi sueño.
Madre: la aldea camina
por mi corazón adentro
Manuel Felipe Rugeles-