Poemas

Autobiografía del ojo

Cosas invisibles, enraizadas en el

frío, creciendo

hacia esta luz disipada

en todo lo que alumbra. Nada

tiene fin. La hora regresa

al comienzo de la hora

en que respiramos: como si

nada fueran. Como si yo

no pudiera ver

nada que no es lo que es.

 

En el límite del verano

y su calidez: cielo azul, colina púrpura.

La distancia que sobrevive.

Una casa hecha de aire, y el flujo

del aire en el aire.

 

Como estas piedras

que se deshacen sobre la tierra.

Como el sonido de mi voz

en tu boca.

 

Paul Auster-

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