Poemas

A pleno sol

Abrir bien los ojos y ver

el malentendido en tu mirada.

Las manos tirando la tierra,

arrancando raíces

eternamente,

separando profundidades.

 

Las yemas de los dedos

separando la humedad

debajo de las uñas.

La piel estirando

las arrugas del mañana,

la calentura de la fuerza y la fatiga.

 

Ayer la brisa

era un aullido de luz.

La arena apenas polvo,

el mar un millón de escamas y gritos.

Figuras, colándose una a una,

aterrizaban en la playa

con el peso inflado

de un mediodía en moción de arrastre.

 

Ana Pelayo-

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