Perdónenme alumnos,
es poco lo que tengo
y por eso no ofrezco demasiado.
Ciego como un trompo
giro en la mitad de mi vida
y aún no aprendí lo suficiente.
La técnica se estudia, el talento no.
Me invaden emociones que después desaparecen:
divorcios, desafíos, quiebras, frustraciones.
En mi memoria cabe aquello que me falta,
sé que hay estrofas que soy incapaz de escribir.
Perdónenme alumnos,
es poco lo que tengo
y por eso no ofrezco demasiado.
El arte sólo nos enseña a perder.
Todo poema esconde una mentira.
El escritor apenas puede pedir una disculpa.
Alfredo Lemon-
Pingback: 6 de junio de 2012 : : Cronica Literaria
ALFREDO:me encanto!!!sos un gran hombre!!!te quiero!!!