Yo no quiero escribir
una carta de amor
a una mujer ya muerta.
Yo quiero aforar tu caudal,
ascender en la contracorriente
de tus benditos líquidos.
Yo no quiero
una literatura de pesadillas.
Yo quiero una situación carnal
como una fundación)
con poste enhiesto
y rollo de justicia
ingresando en esos mares,
en esos desiertos
ingresando)
en esas grietas del paisaje.
Yo no quiero los restos de un naufragio
sobre mi mesa de noche
Yo no quiero el remanso
de ajenos vendavales.
Yo quiero ser vendaval
sin pensar en remansos.
Yo no quiero migajas
ni lástima a compartir
ni seguros contra incendios.
Yo no quiero llegar a una cena
cuando otros ya repiten su postre.
Yo no quiero ser el historiador
de tus cicatrices.
Yo quiero ser el recuerdo de esas huellas
no el escriba que diserte
sobre su condición de rúbrica.
Tus sueños y vigilias quiero ser.
Nada más que tu vida
en lo posible.
Rogelio Ramos Signes-