Yo que buscaba placer en el mundo
y el tiempo perdía consumiendo porquería,
gastando dinero sin razón en los brazos
de alguien que nunca me dio sazón
He despertado, en medio de mi soledad
estirando mis brazos y disfrutando de la
sensación que produce la brisa del abanico
sobre mi cuerpo, es extraño pero me excita.
Logra despertar el interés en saber porque
mi piel se eriza pintándose una sonrisa maliciosa
en mi rostro, el cual me hace dudar en saber
si soy capaz de vivir la magia bajo mi sábana.
Minuciosamente he mordido mis labios pensando
en ti, no sé qué hacer cuando ciento que mi sangre
caliente recorre mi cuerpo por ansias de saber si
estas cerca de mis brazos al menos para besarte.
Me quedo en silencio con la mirada fija, con mis
manos calentando mi piel, mi lengua envenenando
mis labios de pasión creyendo que eres tu quien
hace vibrar mi corazón de deseos, de pasión.
Viviendo la magia que descubrí en pensar en revivir
y tocar mi piel me hace sentir e hombre más feliz,
queriendo detener el tiempo y descubrir cuantos
poros hay en mí, de día y de noche bajo el deseo.
De un hombre, que busca ser querido en las largas
horas de soledad, mientras llega el momento deseado
en que tú y yo estemos juntos y bajo el alejo de nuestro
amor amarnos hasta que se termine el sol.
Alejo Gaitan Downs-