Cuando en el caserón
de los recuerdos
recogiste una orquídea
amarilla…
se encendió en mí toda
la pasión de juventudes perdidas…
añoradas por el paso del tiempo
era desamor a destiempo…
cuando el ingenioso árbol
monstruosamente gigantesco
descubrió el secreto…
supe que sólo el tiempo
como antes era
seductor…
un verso.
Leticia Ruiz Rosado-
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