La noche está callada.
Los trenes ya no ruedan.
Solo el zumbido de la carretera orbital
rompe el silencio.
Mientras sueño
con un turbante de rosas
duermo
en un nido de abejas.
¿Qué será la reina? ¿una espina?
¿un soplo del destino?
¿una venganza? O apenas
el roce de tu ausencia.
Marta Zabaleta-
Querido Marcelino: qué grata sorpresa fue recorrer esta página y encontrarme este poema mío!. Te lo agradezco muy sinceramente
Un fuerte abrazo
Marta
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