Tenía guardadas
rosas blancas de versos,
jardines de cuidados perfiles.
Tiempo sin tiempo
y un corazón sin definir.
En un cajón,
en carpetas inconformistas,
vibrando,
en la palabra transparente y comprometida.
Buscaba
un destino de amor.
Palabras en una página
y el vaivén de lo que no termina,
abren caminos entre cuerpos.
Jaime Icho Kosak-