Regreso de la memoria y del silencio.
Del viento de los árboles caídos.
Regreso del sueño que perdido
retorna en desvelada madrugada,
de las cenizas que del fuego queda
y del opaco andar de las mañanas.
Regreso a levantar
de nuevo la esperanza
y dejaré detrás, sin gloria alguna,
las desveladas madrugadas
y el opaco andar de las mañanas.
Miguel Crispín Sotomayor-
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