Hoy la tristeza
invadió mis ojos,
mi boca
enmudeció,
las palabras
se soltaron burlonas
y mi mano
que las transforma
en versos, se cansó.
Le dijo basta al tiempo
que te corre y te desvela,
basta a la intolerancia
que mata a ultranza
todos los bellos anhelos.
Sin poesía no hay vida,
me digo y me repito,
pero el alma,
no vuelve al cuerpo,
irónicamente,
ha buscado otro camino,
vaya mi suerte…
Hoy aprendí sin embargo,
que mi vida
no tiene cornisa,
ni desfiladero,
tiene en cambio
un largo sendero
para seguir levantando sueños.
Qué camino será,
que no lo encuentro,
será sólo un espejismo,
que ni yo veo,
o un camino capcioso,
para poner a prueba el intelecto?
que no se mide
con cuentas matemáticas,
sino con sabiduría y deseos,
con amores no callados
con deciros que te quiero.
Quiero que me hablen,
palabras…
que sucumban
a mi encuentro,
que siembren siempre ilusiones
utopías y amables corazones,
que no queden pisoteados en el suelo
sentimientos a montones
que como flores marchitas
sólo andan donde las almas,
como en el cementerio.
Quisiera decirte:
te quiero,
pero miento,
pues, te amo tanto,
que no puedo.
Quiero llamarte
y me callo,
es tan difícil
decir lo que siento?
Tomo coraje
y me acobardo
y me arrepiento,
y sólo se lo que siento.
Te amo tanto…
que no puedo…
Bárbara Himmel-