Cuando la lluvia tenue detiene los recuerdos
sobre el mar solitario ; cuando el tren ha pasado
dejando en los durmientes sus metálicas furias;
cuando tiembla el almendro tocado por los muertos;
cuando la breve música te borra las distancias
y silencioso escuchas que tu cuerpo ha partido,
que sólo estás en otro cuerpo que te recuerda,
vibra tu mano rota mordida por la lluvia.
Murmullos de la muerte , que ascienden lentamente
por tu cuerpo deshecho , hace brotar la lluvia,
cuando alguien pisotea tu cabello extendido
y tu ramaje yerto poblado por el viento.
Miguel Arteche-