Fue reina llena de dulzura,
siempre con caricias evitó mi llanto,
por fracasos…pena escondida,
por golpes que nos da la vida.
Me dio apoyo sin condición,
abrazó mi alma con ternura,
me abrigó con mucho amor,
jamás se quejó en la vida ¡…
Oh… como la recuerdo ahora,
siempre mis locuras apoyó
curó con algodones de ternura,
los golpes….heridas que la vida da.
A esta gran mujer, le he dedicado estos versos,
llenos de amor fraternal,
llenos de tristeza y poesía,
Aiza era su nombre….era mi madre.
Jaime Regal– Colombia
excelente poema,muy sentimental dedicado al ser que nos dio la vida.felicitaciones.poeta
muy bonito el poema dedicado a la mama