Pronto llegará la penumbra
y rodeará al instante.
Luego arrollarán las sombras.
y todo quedará lleno de ausencia.
Pero puedes hablar y recordar
la fronda de la plaza,
tu cuerpo mismo y las líneas
cimbreantes de alguien
que aún rehace con amor
tu marcha zigzagueante.
Largo se ofrecerá pleno el estío
en un mes de latitud ansiada
para baldar los gélidos sucesos.
Después el cielo atronará
y en seguida la lluvia
esparcirá el suspicaz aroma
que libera con júbilo la tierra.
Mira el descenso rítmico del agua,
siente el atabal del trueno
y el súbito destello del relámpago
llevándote con brío a otra mirada.
Todo ahora parece prometerse
y sonríes porque al fin pudiste
vivir una certeza no esperada.
Julio Bepré-