Oh,luz que reverberas dentro mio
eco persistente del alma enamorada
deja tu huella caprichosa en aquel vacío
y cuida celosamente tu morada.
La tierra da cuenta de éste añil frío
asiste cotidianamente a su alborada
intenta hacer caso omiso del hastío
y en ocasiones se siente amedrentada.
Vientos de esperanza la ilusionan
bombardeos la mantienen acorazada
pero el hombre brilla y la coronan
con la paz que encuentra diademada,
resurge como el fénix al que adoran
y grandiosa te abraza iluminada.
Bárbara Himmel-