A mí me da la luz
la luz poniente,
la traicionera luz de un día cualquiera
la luz que ya se acaba
y que va a verte a ti,
del otro lado
Es una sola la luz,
la zalamera
que espero un año entero
para verla partir,
cuando cansada y antes de empezar
la siesta, se adormece
muy temprana entre pájaros.
Luces de amapolas y geranios,
luces de amaneceres largos
de piernas abrazadas
en la playa de Isla Negra,
luces de poemas perdidos
y olvidados fantasmas
luces de amor y de esperanza
luces de rock y twist y de distancia
luces de vez primera que desde Chile
me vio partir
ya sin hijo sin amante sola
guitarra a cuestas.
Luz de recogimiento en primavera
luz que alumbró mi vida trasnochada
luz que hoy agonizas,
luz impura, adormecida pero roja,
luz del primer amor en mis entrañas,
envejecida luz
noche de pájaros.
Marta Zabaleta-
Querido Marcelino y su equipo :
les quedo muy agradecida por darel un espacio en vuestras páginas ami poema..
Un gran abrazo,
Marta
Hermosa poesía Marta,me emociona leerla.
Hermosa poesía Marta,me emociona leerla¡