La increíble historia del argentino que salvó 3000 vidas durante la ocupación nazi de París se cuenta en esta biografía que se lee como una novela de espionaje –escrita por Sarah Kaminsky- y que atraviesa, desde el lado de los perseguidos, los odios raciales y políticos que jalonaron el siglo XX.
“Me llamo Adolfo Kaminsky. Algunos me conocieron como Julien Keller, para otros fui Georges Vernet, Adrien Leconte, Jules, Raphaël o Joseph. Fui el experto en falsificación de documentos de la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Se calcula que mis papeles salvaron a más de 3000 familias judías. Después de la liberación de París, fui reclutado por los servicios secretos franceses para proveer documentos falsos a los soldados que eran lanzados en paracaídas detrás de las líneas enemigas.
Luego les suministré documentos a los sobrevivientes de los campos de concentración que se embarcaban clandestinamente hacia Palestina de 1946 a 1948. Más tarde, me puse al servicio del FLN durante la guerra de Argelia, dentro de la red Jeanson: también fabriqué papeles falsos para ellos. Inicié a revolucionarios antifranquistas en las técnicas de falsificación y proporcioné identidades falsas a revolucionarios involucrados en la lucha armada en Guatemala tras el golpe de estado del general Castillo Armas. Hice lo mismo con los griegos que combatían a la dictadura de los Coroneles.
No me arrepiento de ninguno de los combates que libré y de los que participé. Actué por convicción, en apoyo a los pueblos víctimas de la opresión, en nombre de la libertad y siguiendo lo que mi conciencia me dictaba. Nací en Buenos Aires en 1925, y aunque me fui de la Argentina muy chico, a los 5 años, conservo todavía un recuerdo sumamente preciso. En este libro está la historia de mi vida”. (Capital Intelectual)