Se desgranan las horas, amor,
mientras
mis manos te reclaman
huérfanos de ti, siempre,
polen de violeta
grano de luz.
“Lluvia de noviembre”
aún sigue sin traducir
desde aquel octubre
por la mano llena de esperanzas,
continúa bajo un silencio restringido
bajo un sueño inédito.
-Gunsen Rosees,
se reiría del intento-.
Miro la esquina de la silla
y sin ti,
es un altar desnudo.
Tras mi espalda
pesan los recuerdos…
Amanece.
Sixto Cabrera González-