Poemas

Hambre de silencio

El asunto fue así de madrugada

se despertó con hambre de silencio

con una terca inclinación profunda

con una sed de tiempo y de misterio

 

no le habían pasado esas cosas;

a lo más algún mínimo revuelo

martillazos de sienes algún grito

y algún pájaro al sesgo en desaliento

 

alguna novia con perfil de trenes

algún amigo parte ya del viento

ciertas y desalentadas incidencias

algún portazo algún derrumbadero

 

pero esta vez y en esta madrugada

se despertó maduro de concreto

como quien siente dentro de su sombra

ya gatillado el último concepto.

 

El cuidador de la pensión lo halló

ungido con la sangre por atuendo.

 

Julio Guerra-

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