En Orgullo y prejudicio, Jane Austen se ocupa de una realidad común en Inglaterra a principios del siglo XIX: las mujeres que no son ricas tienen que casarse bien. Y con «bien» queremos decir «con un hombre rico», de modo que cualquier tipo de una buena familia con un ingreso grande y constante cumple los requisitos para la Caza Matrimonial.
¿Hombres ricos pero no inteligentes, no guapos y aburridos? A la Sra. Bennet no le importa. Pues, ella tiene cinco hijas a quienes les hace falta una fortuna. Cuando un cierto (rico) Sr. Bingley se traslada a su vecindario y se interesa por su hija mayor, Jane, la Sra. Bennet se pone muy contenta y le hace de cupido, lo cual crea una situación muy incómoda para su familia y los espectadores inocentes.
Sin embargo, no es nada fácil. Mientras que el Sr. Bingley es relajado y amable, sus hermanas son esnobs maliciosas cuya actitud es fomentada por el Sr. Darcy. Él es guapo, rico y un amigo íntimo del Sr. Bingly y es insufriblemente orgulloso y altivo.
Los Bennet están por debajo a su estatus social, pues el Sr. Darcy se comporta de forma desagradable que corresponde a dicha diferencia de estatus y es particularmente malo con Elizabeth, la hermana menor de Jane. Cuando el Sr. Bingley sugiere que el Sr. Darcy la saque a bailar, el Sr. Darcy responde que no es lo suficientemente hermosa. Los dos hombres tienen esta conversación, por accidente, donde Elizabeth puede oírlos…
Orgullo y prejuicio
