Qué pensarán los dioses
acerca de nuestro sorprendente golpe clandestino?
Cuando lloras con un silencio alarmante
porque no menciono la palabra esperada?
O me alarmo ante tus desapariciones furtivas
no sabiendo que es porque rondan los ángeles
a tu alrededor?
Cuando ahí al otro extremo del cable
en madrugadas que jamás coinciden
creemos escuchar vocecitas ajenas
en el auricular?
Qué dirán nuestros ancestros
observando atónitos
nuestra maraña de alambres y cuerdas confundidas?
Cuando te miro por mi ventana
y jamás te veo
o me observas bajo tus árboles
y ni siquiera divisas mi sombra
los dioses y los ancestros
se ríen de nosotros a carcajadas.
Ian Welden-
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