Abra el aire mi puerto donde sueñan los peces
caiga la mañana y la tarde y sucédanse los días,
el agua y el viento;
repítanse mis pasos en este salón abandonado
y que la misma mano
me arrebate cuando deposite yo mis huesos en el océano.
Caiga un bloque de aire y ascienda el canto
parecido a un lamento. Hagan mis brazos
como el agua alrededor de la bestia.
Sean el agua y el aire luz en esta tarde
en que las flores se aparean inmóviles.
Julián de la Torre-