ella apenas me hizo promesas
no buscó hacerme daño
pero yo siempre creo cuando me juran entre caricias y besos
después me miró a los ojos
ya no tuve frío
a pesar de tantas noches largas
me mostró su piel
y dibujé caminos y ríos y montañas
ella me miraba
yo le creía
me mordió y me gustaba
no me dolía
eran dulces sus dientes de azúcar
la unté con el agua de la lluvia
y con mi sudor apasionado
la colmé de mi aroma
pero tuvo miedo
y al amanecer
mientras yo soñaba ella se iba
al despertarme talvez lloré
pero después de todo no me había jurado nada
Juan Antonio Borges-
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