Queja y lamentación
de cartas de miseria
convertida en canción
cargada de poesía.
Poesía que consuela,
alimento completo
para la enfermedad, tristeza,
hambre, quimera y reja.
Versos de la pobreza
sobre el papel mugriento
que ardiendo con el lápiz
al poeta salvaban
de la encarcelada penumbra.
Y ahora libre de las acusaciones,
también de la penuria.
¡La libertad en el eterno sueño!
Áurea López Quiles-