Que otros busquen la riqueza,
que nieguen sus emociones,
que juzguen y que sancionen
del poeta, su rareza.
Que el reloj y el calendario
marquen sus horas festivas.
Que contemple «desde arriba»
el mundano al solitario.
Son cuestiones personales,
por eso está el albedrío,
ser distinto es desafío
para valientes mortales.
No me importan los caireles,
voy directo hacia la luz…
madera noble es la cruz
que veneran tantos fieles.
Y mientras sueño y persigo
que mis sueños se hagan ciertos…
doy fé que cuando despierto
SOLO ME BASTA CONTIGO!!!
Silvia L. de la Cal-