Ángel dulce, transparente…
Tibiecito, luminoso
Tu luz desaparece sombras,
y envuelve
con dulzura infinita.
Tan pequeña y frágil
con la inocencia intacta.
Vida anidando
en pequeñas proporciones,
canto festivo, colores danzando.
Mirada naciente.
Pasos aproximándose,
manos ávidas de abrazos,
de amparo, de susurros.
Así sos Emma
un ángel que el tiempo
trajo, tu estar
hace comprensible
la inmensidad del amor.
Pequeña, dulce ángel
verte hace que el corazón
vibre como música sublime.
Graciela Di Laudo-