Poemas

Una carta

Hoy se empañaron mis ojos

cuando entre añejos papeles

que agobian los anaqueles

de mis años venturosos,

 

entre sumisos despojos

de la que fue mi entereza,

hallé restos de belleza

de juveniles antojos.

 

Viejo carmín, labios rojos,

que entre sonrisas y enojos

se acopiaron en mi ayer;

 

me queda, acaso festivo,

el perfume sugestivo

de una carta de mujer.

 

Rodolfo Leiro-

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