Escribo en el día pleno de sombra
escribo y doy contra el borde
filoso de todo lo que lastima;
pero sigo aquí, en esta breve
región del silencio. Escribo
y digo que un viento del sur
ha sitiado la casa y que pronto
ha de volver a nevar aquí dentro.
Que se ha perdido la cinta
que ataba el abeto a cierto destino.
Que todas las horas al cabo
convergen a esta sola hora precisa.
Escribo el poema como un grito
como quien maldice a su ausente
dios en la noche de los tiempos:
como el que bien sabe que ya
no resta un futuro posible
ni la senda queda de otro regreso.
Alejandro Drewes-