En el preciso lugar
que iluminas de pronto
en la gastada hierba
de caminos recorridos
ves la misma clara noche
En brazos de aquellos
que una vez alzaron
tu cuerpo de las aguas
en aquel magro tiempo
ves la misma lenta noche
En cada cosa y su nombre
engastado en los sutras
grabados bajo las estrellas
en las voces ya perdidas
donde converge la noche común
y harto ya, sigues el reflejo
de unas lentas notas de polvo
esencia de las cosas destinadas
sólo a partir en la dura mañana:
y en su blanca luz tu eterna noche.
Alejandro Drewes-