Cierto es que cada cosa en este mundo,
con afanoso celo milenario,
esconde a cada paso su contrario,
que así como distingo lo confundo.
Mi voz que todo nombra, no evidencia.
Al afirmar certeza afirma duda.
Y ver, tocar, oler y oír, no ayuda
a vislumbrar el fin de la existencia.
Cuánto hay de aquel pájaro en la rama.
De la rama y del pájaro que observo.
De mis sustantivos ojos y del verbo,
que observa aquel pájaro y la rama?
Nada habrá. O Quizás, habrá lo adverso.
Más…¿cuánto hay de cierto en este verso?.
Luciano Cavido-