Ella desea la última palabra
redención de tantos desaciertos
la misma que brinde la alegría
de haber costeado los espantos
Ella está desahuciada de lamentos
angustia de despedida sin perdones
oscurece el día aunque la rosa inicial
de primavera otorgue lágrima rocío
Tiembla el pulso otrora firme
quema el olvido entre papeles
no fluye la palabra y sigue
ostentando avances sin dejar huella
Así ceñida de errores ofrece manos
su dolor es más fuerte que la espera
sabrá que no habrá rencores sin la frase
sin embargo aún la espera
Elisabet Cincotta-