Aun es otoño,
por algunos días mas será otoño,
algunas canciones son inmensamente blancas,
no me hagas recordar las hojas que me hundieron
su óxido en el pecho.
Prefiero los restos milagrosos del sol
trepándome los brazos con pinceladas de oro.
El pequeño tiempo se estrella fugaz contra mis venas,
la ciudad está armada diariamente por sus preguntas verdes,
la noche va mordiendo los puentes y las fábricas
los hombres van armando su antiguo itinerario
con el amor cansado sobre el puerto de un ala,
por la vejez del barrio con su perfil de sueños,
de azules barriletes que les riegan los ojos
Beatríz Arias-