El espejo negro se desgrana
sobre un gallo de hoguera
que crepita en sus filos.
Vencedor de cronómetros,
guardián de la torre del día.
Erguido en su gobierno
de mínimas campanas
merodea el humus
abierto por la azada.
Desde su ojo de planeta riguroso
el alba gotea maíz encendido.
Gabriel Impaglione-