Cuando su mejor amiga, Emily, le pide a Stephanie que recoja a su hijo Nicky después de la escuela, acepta sin siquiera dudarlo. Nicky y su hijo, Miles, son compañeros de clase y mejores amigos, y los niños de cinco años aman estar juntos, al igual que ella y Emily.
Stephanie estaba sola hasta que conoció a Emily, una ejecutiva de relaciones públicas sofisticada cuyo trabajo en Manhattan exige mucho de su tiempo.
Pero Emily no aparece. No contesta llamadas ni mensajes. Stephanie sabe que algo está terriblemente mal: Emily nunca dejaría a Nicky, no importa lo que diga la policía.
Aterrorizada, pide ayuda a los lectores de su blog. También se acerca al marido de Emily, el guapo y enigmático Sean, con quien encuentra apoyo emocional. Entonces, ella y Sean reciben noticias impactantes… ¿Han encontrado a Emily? ¿Estará muerta? ¿Será el fin de esta pesadilla o el comienzo?
Pronto Stephanie se da cuenta de que nada, ni la amistad, ni el amor, ni siquiera un pequeño favor, es tan simple como parece. (Editorial Suma de Letras)
Previo Al que le quepa el sayo…
¨Próximo Canción para dormir a Tizi