Encerrada en los muros
de la infancia
enlazada a una grieta del
tiempo
un paso y otro más
huellas que no borran las sombras.
Y el ojo sigue azul
la palabra silenciada
su pelo peinado por profundidades
en el campo de su nostalgia.
¿Extraviada?
A lo lejos cantan pájaros.
Graciela Wencelblat-