Hueso de la palabra,
en el silencio, raíz.
bajo su sombra,
las piernas cruzadas,
y la nariz vertical.
El tronco es un perchero de hojas,
un juguete para los elefantes,
el florero de mis emociones,
algo, no sé qué, cicatriza
entre la enramada nube verde.
Apoyado contra esta esquina del viento,
departamento de aves,
ladrillo en la selva,
envío una carta al payaso que fui.
Matías Gómez-