En la noche campanadas suenan
murmullos de gloria, festivo día
engalanará la despedida de un féretro áureo.
Un cuerpo yace olvidado del tiempo,
reposa bajo la tenuidad de ocasos
donde su pluma enarboló poesía.
Si preguntan quién fue…
alguien responderá: nadie.
Elisabet Cincotta-
Muchas gracias por la publicación de mi poema. Siempre es grato leer Crónicas literarias y hallar a los poetas y su palabra. Abrazos