Lentamente las gotas de lluvia
en la ventana
dibujan su contorno azul.
Hay lágrimas en su tez brumosa
como el cielo en playa de Amanay
el murmullo de las olas dicen su nombre
y como él y la esperan.
El piano tiembla bajo sus manos
siente su tibieza que devuelve en notas
sonoras sabiendo que es a ella a quien acaricia
La melancolía moja sus cuerdas
para acompañarlo,
sintiéndolo en cada melodía.
Sedienta arrastra
el verano a la dehesa
en su agonía.*
*Hayku de Leopoldo Espínola. España
Victoria Asís-
Pingback: 20 de diciembre de 2017 : : Cronica Literaria