Cuando campana y campanero se disputan
la asistencia de más o menos feligreses.
Cuando las ratas corren al maullido del gato.
Cuando la calma contiene indiferencia
y se traga la palabra rebeldía.
Cuando el amigo se transforma en moneda.
Cuando amantes aman,
según la plata que promete el bolsillo.
Cuando simulo alegría, mientras rabio
con más rabia la impotencia.
Cuando todo está bien y mucho anda mal
y viro la cara para no ver.
Cuando me importa un bledo
comer y otros no coman,
vestir y otros desnudos,
techarme y otros a pleno sol, lluvia
y sereno:
Es que el Quijote ha muerto.
Rocinante galopa sin jinete.
Miguel Crispín Sotomayor