Si golpearan la puerta
un domingo a las tres de la tarde
esperaría que tú te levantaras para abrir,
esperaría que me dijeras quien fue
y seguramente no me importaría tanto como a ti
Si golpearan la puerta
un domingo a las tres de la tarde
podría levantarme a atender
y volver con muy malas noticias,
pero podría callarlas
para siempre o hasta la hora de la once,
lo que pase primero
o lo que pueda ser
Si golpearan la puerta
un domingo a las tres de la tarde
me gustaría que seas tú
y que por fin entraras en mi casa,
Si golpearan la puerta
un domingo a las tres de la tarde
te dejaría pasar y jamás te haría salir
Si golpearan la puerta
el día que fuera y a la hora que fuera
yo estaría contigo,
y si insisten en golpear la puerta
ya no abriría más
yo estaría contigo.
Del poemario Los silencios bien guardados
Jaime Villanueva Donoso-