En planos superpuestos
de grises y de piedra
el horizonte corta la mirada.
Y la tarde dibuja
con pinceles de nubes
las rocas y los cauces.
Guarda el aire la frágil consistencia
de un embrujo secreto.
Obstinada nostalgia de tu nombre,
de la savia vital de tu poesía.
Viento zonda repasa con silbidos
verticales paredes.
Hay un perfil distinto cada hora
mientras el sol matiza los silencios…
Hay un temblor profundo entre las sombras
preanunciando el regreso…
Toda la luz negada alza el vuelo
en la mirada clara, pensativa.
En el rastro de un cóndor
sobrevuelo las piedras desveladas.
Y te nombra mi pena,
herido el corazón por la distancia.
En planos superpuestos
de azules y de sombra
apenas el recuerdo te convoca.
Obstinada nostalgia.
Cris Fernández-