Ese caminar de verdes bordea
un horizonte de grises tenues, imperceptibles a veces
cuando otea mi automóvil raudo
a su destino matutino
y deseo detenerlo mas prosigo…
se me deshacen los colores
que se repiten al otro día
cuando entonces
duermo y me pierdo deseando
hasta
otro sábado de naranjas y amarillos que me sonrían
mientras quisiera atraparlos entre mis manos.
Leticia Ruiz Rosado-