Nacida en aquel histórico año de recuperación democrática en el país, el suplemento Crónica Literaria se ha mantenido en el tiempo y llega a cumplir 35 años de presencia semanal permanente gracias a un diario que, como no lo ha hecho nunca un medio escrito nacional, ofreció un espacio de manera totalmente gratuita -cubriendo los costos sin ninguna publicidad-, a los escritores locales, regionales, nacionales e internacionales.
Esos escritores, que se convirtieron en permanentes colaboradores, han permitido la continuidad del suplemento en dos etapas; la primera de ella coordinada por la recordada Clara Mizrahi, quien mantuvo el espacio durante 14 años, y la segunda a cargo de Marcelino Alvarado, brindándole una impronta acorde a los nuevos tiempos; recibiendo el reconocimiento «de Interés Cultural» por el Ejecutivo municipal y, recientemente, la Mención Cerro Chenque, otorgada por el Concejo Deliberante destacando, precisamente, la permanencia y el aporte en el ámbito cultural.
La creación de la página web del espacio -www.cronicaliteraria.com.ar- permitió sumar a escritores de los más lejanos rincones del planeta, muchos de ellos compatriotas que en la nostalgia de la lejanía y buscando espacios argentinos, se encontraron con el sitio y se transformaron en colaboradores desde Colombia, Chile, Brasil, Estados Unidos, Inglaterra, Noruega o Japón.
Por cierto que esa herramienta cibernética también permitió la participación de escritores más cercanos, dentro de nuestra geografía nacional, escribiendo desde Tierra del Fuego, Mendoza, Misiones, Córdoba, Buenos Aires o Salta, por nombrar algunas de las provincias desde donde nos llegan obras de noveles escritores -en algunos casos- y de otros más conocidos, quienes aprovechan la oportunidad de llegar a diferentes lectores.
Con organización de muestras, concursos o participación en ferias del libro, entre otras actividades, han transcurrido estos 35 años de una «pequeña-gran historia» que ha permitido compartir la creatividad literaria de gran parte de los escritores locales y que, seguramente, seguirá aportando centímetros de espacio para los nuevos actores culturales de las letras.