Este texto de nube captura figuras de letras; una carilla, una historia, un vocablo, un recuerdo; cada evocación, una agitación; cada conmoción, una añoranza; cada tristeza, un olvido. Cierra tus ojos en el crepúsculo y desnuda tu piel; un ángelus mágico cautivará tus labios rubicundos y tibios, y el lienzo rociado de ansias caerá a tus pies, mientras cavilas, desguarnecida y despojada, sedienta, anhelante de pasiones perpetuas de momentos vividos.
Hoy, todas ellas cobijadas, orgullosas en tus palmas, ennoblecidas ellas, al inmortal juego del tiempo… Tu bella promesa, henchida con diamantes de sueños despojados de sombras, sobrevive al hechizo del olvido en el sublime espacio de la memoria. Esta cartilla de noche ampara un desvelo para el cómplice creador de ilusiones, anhelante, descifrador de letras, vagabundo y poeta de quimeras. ¡Allí!, en ese sosegado lugar, con tu desafiante desnudez, braman secretas voces gregorianas, apabullando el espejo del lago, mutilado con una incisiva navaja, en el horizonte infinito, que cierra tus ojos en ese atardecer… para que sueñes…
Gustavo Vaca Narvaja-