La noche alzó
su guadaña
esperando cazar
nuestra amargura.
Durante todo el tiempo
La luna espiaba,
Intentaba encontrarnos
huyendo, agazapados
en la negrura,
Trataba de alumbrarnos
Con su macilenta claridad
Y nos encontró…
abrazados,
Amándonos
Hasta que amaneció
y la noche regresó
a su guarida.
Manuel Serrano-