Poemas

Mariposas, japoneses y aeroplanos

Con la cabeza poblada de sueños;

pero sueños verdaderos,

de esos que precisan

un hombre durmiendo

para florecer.

 

Con el desastre acechando

pasan los días de la decadencia,

¡quién lo diría!

Estaba tan seguro de mi fracaso,

que alentaba por ello la esperanza

de haberme equivocado

una vez más.

 

Mariposas, japoneses y aeroplanos,

pecosa, miradas y deseo,

son sueños, murallas que levanto,

para darle largas al estar despierto.

 

A ese día que habrá de sorprenderme

dueño de un futuro incierto.

Como a un ladrón habrá de descubrirme,

con los ojos rojos la mañana;

sin haber soñado suficiente,

me sumerjo buscando el mediodía

y peces abisales en mi cama.

 

Sintiéndome culpable doy un salto,

un salto sin red a un café sin ganas

y a una calle repleta de mujeres

que hacen daño como criminales,

clavándome la angustia del deseo,

soltándome los perros de la carne.

 

Abel Granda-

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