Poemas

La noche estrellada

Los vacíos no pueden entregarse,

a veces cruzan islas del alma

en veloces barcas con tripulantes de nubes.

 

La pasión nocturna me despierta,

muerde riberas que la ciñen

sin jacintos que las ronden.

 

Detrás del bálsamo carnal,

aspiro noches estrelladas,

cósmicos climas

y algo de eternidad

me invade.

 

Como los contornos de la mujer

y el halo de emanaciones de la especie

que fluyen al concentrado

olor de cortezas

y pieles protectoras.

 

Quise evolucionar

para que mi espíritu

fuera solamente

atmósfera tuya.

 

Deshabitarme

de figuras aéreas amadas:

astros continuos o migratorios

que palpitan

en repentinos enlaces,

luces en las sienes del mundo.

 

Jaime Icho Kozak-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *