Era tan oscuro el monte impresiona por su escritura: frases que van hilando la narración como puñales, pero a la vez como seda. Brutal y suave. No muchas veces se logra esa cima en una primera novela. Historia de una pareja de inmigrantes y de muchas preguntas: qué los llevó a irse de su país, por qué echaron raíces en este otro, qué encontraron cuando llegaron, qué los llevó a dar cada paso en el nuevo destino, a tomar cada decisión o a lidiar con las que les fueron impuestas.
Historia también de malos entendidos, de palabras truncas, de silencios, de contradicciones. El clima es el de la antesala de un abismo ante el que la novela se detiene un paso antes, justo en el borde. Vemos la tragedia inminente, pero nunca caemos en ella. (Editorial Mardulce)
Previo Recuerda
¨Próximo El sueño de una cosa